Más de 24.000 personas en 54 comunidades del Pacífico Norte de Costa Rica son beneficiadas por la Liga Comunal del Agua (LCA) con servicios mensuales de control de calidad del agua.  La visión de la Liga es contribuir a que todas las comunidades del territorio accedan a servicios de agua y saneamiento sostenibles y de calidad, participando activamente en el manejo y protección del recurso hídrico.

“La Liga opera en los cantones de Hojancha, Nicoya y Nandayure. Además, sus servicios están siendo demandados para acueductos comunitarios de territorios vecinos, dado el buen trabajo que están haciendo y la necesidad de apoyo que tienen estas organizaciones locales”, cuenta Lil Soto, miembro del programa de Acceso al Agua de Fundación Avina en Costa Rica.

En el transcurso de dos años, la Liga aumentó en un 60% las comunidades beneficiadas. Es decir, en noviembre del 2019 estaba prestando servicios de control de calidad del agua a 34 comunidades, y en octubre del 2021 a 54.

Las OCSAS (Organizaciones Comunitarias de Servicios de Agua y Saneamiento) del territorio, donde opera la LCA, no recibían el servicio de monitorear la calidad del agua de manera mensual, ni tampoco lo realizaban ellas por sí mismas.  Esto se debe en parte a la lejanía geográfica de estas comunidades en relación con la ubicación de laboratorios dedicados a estos servicios, y porque el territorio donde trabaja la LCA presenta el promedio de tamaño de OCSAS más pequeño del país, por lo que comprar el equipo para llevar este control y tener las competencias para relevar la información, es algo poco accesible para ellas.  Ahora, técnicos contratados por la Liga visitan mensualmente los sistemas de agua gestionados por organizaciones comunitarias y evalúan la turbidez, cloro residual, acidez, temperatura y otros parámetros básicos de calidad.

Para el director ejecutivo de la LCA Emel Rodríguez, los principales aprendizajes que obtuvieron de esta experiencia son: “las necesidades que se abordan desde un ámbito regional por una economía de escala salen más baratas; y la permanencia y constancia de un servicio ayudan a construir relaciones de confianza”.

La LCA implementó un Centro de Sostenibilidad para acueductos comunales. Esta empresa social es desarrollada y operada por gestoras y gestores comunitarios del agua. “Su propósito principal es fortalecer la gestión y sostenibilidad de estos acueductos para asegurar la calidad y cantidad del acceso al agua y saneamiento a la población, la participación democrática y su resiliencia ante el cambio climático”, agrega Soto.