Por primera vez en la historia, las artesanías realizadas por mujeres indígenas entraron en el mercado del arte virtual. Esto fue posible a partir del proyecto Gran Chaco Impact NFT, que impulsó la creación de una colección de criptoarte en la región del Gran Chaco.
La pieza #1 de la colección de criptoarte Gran Chaco IMPACT NFT fue adquirida por Nik Kalyani, fundador de la DAO NftyDreams, por 10.000 dólares. Él hará un recorrido el 1 de junio por las comunidades y organizaciones de mujeres artesanas de Paraguay y Argentina.
“Estamos muy contentos y expectantes con la noticia de que la primera pieza de la Colección Gran Chaco Impact NFT de NANUM haya sido adquirida por este referente, Nik Kalyani, que es un coleccionista de NFT muy vinculado al cripto arte y el mundo digital. Esto abre una enorme posibilidad de llevar el arte del Chaco al mundo; sobre todo una fuente de ingreso genuina para los y las artistas y sus comunidades”, señala Mariana Franco, gerenta país de NANUM Paraguay y directora de SUNU.
La organización CAMINNOS fue quien impulsó el proyecto Gran Chaco Impact NFT. La iniciativa surge en el marco de Chaco Innova, una convocatoria de NANUM Mujeres Conectadas, que busca impulsar el desarrollo a través de la innovación social. Desde hace más de seis meses CAMINNOS viene preparando junto a las organizaciones del territorio una colección de 12 piezas digitales. Las mismas fueron co-creadas con la interacción de seis artistas digitales a nivel global y artesanas rurales con sus piezas únicas.
El proyecto Gran Chaco Impact NFT pretende ser un impulso para la economía de las artesanas del Gran Chaco Americano, preservando la cultura, el saber ancestral y el arte.
La Iniciativa NANUM Mujeres Conectadas es un proyecto trinacional (Argentina, Bolivia y Paraguay) co-financiado por el BID Lab, implementado por la Fundación Avina, en alianza con la Fundación Gran Chaco en Argentina, Grupo Sunu en Paraguay y NATIVA en Bolivia bajo el respaldo de Redes Chaco y el Colectivo de Mujeres que propone facilitar el acceso a la conectividad de 5000 mujeres en 40 comunidades rurales aisladas del Gran Chaco Americano para el fortalecimiento de sus organizaciones, la adaptación al cambio climático y el escalamiento de la innovación en la región.