El hidrógeno es un excelente portador de energía que se considera cada vez más crítico para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero, especialmente en sectores de la economía difíciles de electrificar, como los procesos industriales de alta temperatura, el transporte por camión, el transporte marítimo y la aviación. Al mismo tiempo, debe tenerse en cuenta que más del 95% del hidrógeno que se produce hoy en día procede del reformado de metano al vapor, que implica la combustión de combustibles fósiles y la liberación de CO2.  Dado que el mercado del hidrógeno está previsto que crezca de 130.000 millones de dólares en 2020 a 219.000 millones de dólares en 2030, se ha iniciado la carrera para encontrar formas eficientes y escalables de producir hidrógeno sin generar CO2, lo que se conoce como hidrógeno verde.

El hidrógeno verde es una de las energías renovables más prometedoras por el impacto que puede tener a escala global, favoreciendo la aceleración de la descarbonización de la matriz energética y de la economía. Es un combustible limpio, sostenible y cero contaminante. De acuerdo con Fundación Chile: “El hidrógeno verde se utiliza en la refinación de combustibles fósiles, en la producción de amoniaco, y en la industria del acero. Actualmente se están desarrollando nuevas aplicaciones, en las cuales el hidrógeno se quema en forma directa o genera electricidad a través de dispositivos llamados celdas de combustible con la combinación de hidrógeno y oxígeno del aire. En transporte existen vehículos con celdas de combustibles y estanques de hidrógeno. También se puede usar en el almacenamiento y producción de energía eléctrica y térmica; en la generación de electricidad en turbinas de gas; en procesos industriales y refinación de metales. en la producción de fertilizantes para la agricultura y en insumos mineros, utilizando amoniaco verde como materia prima.”

Bajo el patrocinio y la supervisión de PERA Complexity, científicos de la Universidad de Zurich utilizaron la radiación solar sobre el óxido de cobre para promover la separación (electrólisis) de la molécula de agua. La producción de hidrogeno resultante alcanzó una eficiencia récord mundial para la ruta tecnológica que utiliza exclusivamente la energía solar directa. Se considera que ésta puede ser la tecnología clave para remover uno de los obstáculos principales para la generalización del hidrógeno verde, que es el costo energético de producción.

En América Latina algunos gobiernos están priorizando espacios de innovación, financiamiento y regulación para la producción de este combustible renovable. En la mayoría de los casos se está utilizando la energía solar fotovoltaica o la eólica como insumo para la producción del hidrogeno verde, lo que representa un avance frente a la producción basada en combustibles fósiles, como el gas natural.  Entretanto, el proceso es aún ineficiente una vez que consume casi tanta energía como la que produce. La tecnología de hidrogeno verde que utiliza única y directamente la radiación solar, como la que PERA Complexity está desarrollando, es la solución que finalmente tornará el hidrogeno viable económicamente competitivo en el mercado global de energía.

El experimento se publicó en Energy & Environmental Science, una revista de la Royal Society of Chemistry. Enlace al artículo: https://pubs.rsc.org/en/content/articlehtml/2022/ee/d1ee03696c