La producción pesquera y acuícola total alcanzó un récord de 214 millones de toneladas en 2020, que comprendían 178 millones de toneladas de animales acuáticos y 36 millones de toneladas de algas, debido en gran medida al crecimiento de la acuicultura, especialmente en Asia. Estos datos se desprenden de la edición de 2022 de El estado mundial de la pesca y la acuicultura: Hacia la transformación azul.
La producción de animales acuáticos en 2020 creció más de un 60 % en comparación con la media registrada en la década de 1990, superando considerablemente el crecimiento de la población mundial, algo debido principalmente al incremento de la producción acuícola. Estamos consumiendo más alimentos acuáticos que nunca, en torno a 20,2 kg per cápita en 2020, es decir, más del doble de nuestro ritmo de consumo de hace 50 años.
A nivel mundial, los alimentos acuáticos proporcionan aproximadamente el 17 % de la proteína de origen animal, superando el 50 % en varios países de Asia y África. El sector da empleo a una cifra estimada de 58,5 millones de personas solo en la producción primaria, de las cuales aproximadamente el 21 % son mujeres.
Para 2030, se prevé que la producción de alimentos acuáticos aumente un 15 % más, principalmente debido a la intensificación y expansión de la producción acuícola sostenible. Este crecimiento debe preservar la salud de los ecosistemas acuáticos, evitar la contaminación y proteger la biodiversidad y la igualdad social. La transformación azul va dirigida a lo siguiente: i) aumentar el desarrollo y la adopción de prácticas acuícolas sostenibles; ii) integrar la acuicultura en las estrategias de desarrollo y las políticas alimentarias en los ámbitos nacional, regional y mundial; iii) ampliar e intensificar la producción acuícola para que satisfaga la creciente demanda de alimentos acuáticos y fomente los medios de vida inclusivos, y iv) mejorar a todos los niveles las capacidades que permitan desarrollar y adoptar tecnologías y prácticas de ordenación innovadoras para una industria acuícola más eficiente y resiliente.
Se deben abordar las principales barreras a las que hacen frente los sistemas de producción acuícolas, la gobernanza, la inversión, las innovaciones y la creación de capacidad. Las esferas de atención prioritarias para las prácticas acuícolas innovadoras son la alimentación y los piensos acuícolas, la digitalización y la promoción de prácticas eficientes en favor del medio ambiente. La aplicación de estas soluciones requiere una capacidad y competencias suficientes, capacitación, investigación y asociaciones, y puede beneficiarse de los avances en las tecnologías de la información y la comunicación, así como del acceso más amplio a plataformas y aplicaciones móviles.
Una gobernanza adecuada, basada en marcos jurídicos e institucionales sólidos y aplicables, resulta fundamental para crear un entorno favorable que permita atraer inversiones en la expansión de la acuicultura. Se precisa una combinación equilibrada de servicios financieros y de seguros a todas las escalas para mejorar la infraestructura y apoyar las innovaciones tecnológicas y la mecanización, por ejemplo, los créditos para el carbono o el nitrógeno y los bonos azules destinados a recompensar la inversión azul en favor del medio ambiente y los servicios de los ecosistemas.
Ver informe completo acá: https://www.fao.org/documents/card/es/c/cc0463es