La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras comenzó a trabajar en el 2019 junto a las autoridades de Sucre, en Venezuela, en un plan dedicado a reducir la malaria, una de las principales enfermedades presentes allí. Rápidamente el proyecto fue creciendo y lo que comenzó con un programa diseñado principalmente para apoyar al Instituto de Salud Ambiental del estado, se fue ampliando para fortalecer otras áreas que requerían asistencia sanitaria.
Después de casi dos años se traspasaron las actividades a la organización médica Médicos del Mundo. “Supimos del interés que tenía Médicos del Mundo, institución de amplia trayectoria humanitaria, por trabajar en el estado y apoyar a las personas en condiciones de vulnerabilidad, y lo vimos como una buena oportunidad no solo para dar continuidad al trabajo que hemos realizado en la zona, sino también para enfocar nuestros esfuerzos en otras poblaciones del país que se encuentran desasistidas y que requieren de asistencia médica”, explica Diana Sánchez, la coordinadora en el Proyecto Sucre.
Luego de trabajar de la mano con el Instituto de Salud Ambiental en los focos calientes de Yaguaraparo, Coicual, Putucual, Guaca, Caño Ajíes, Agua Clarita y San Vicente, donde la presencia de malaria resultaba elevada, se evidenció una considerable disminución de casos. Desde el año 2019 y hasta la fecha, la incidencia de casos de la enfermedad en las zonas donde estuvieron presentes disminuyó en un 80%. En el primer semestre del año 2019 se reportaban 8.566 casos de la enfermedad en estas áreas, mientras que en el 2021 se reportaron 1.641 durante el mismo período. Una fórmula que ha sido fundamental para la obtención de estos resultados ha sido la implementación de tres ejes de trabajo: diagnóstico y tratamiento, control vectorial y promoción de la salud.
Desde febrero de 2019 hasta octubre de 2021, cuando se culminó el traspaso de actividades, Médicos Sin Fronteras brindó soporte a ocho estructuras de salud pública; apoyó la realización de 64.562 consultas de atención médica, de las cuales 20.400 estuvieron relacionadas con salud sexual y reproductiva; realizó 46.151 pruebas de malaria y diagnosticó 18.233 casos positivos; distribuyó 8.500 mosquiteras; sensibilizó a 87.261 personas a través de promoción de la salud; realizó 2.671 capacitaciones al personal médico y no médico, y donó 11.540.006 medicamentos y artículos médicos a estructuras de salud.