América Latina y el Caribe sigue siendo la región más desigual del mundo. En 2019, el 20% más rico de la población tenía casi la mitad de los ingresos totales, mientras que el 20% más pobre tenía menos del 5% de los ingresos totales. El 1% más rico de la región posee casi una cuarta parte de los ingresos totales.

En 2020, la recaudación fiscal en la región era del 21,9% con respecto al PIB, variando mucho en la región, desde el 12,4% en Guatemala hasta el 37,5% en Cuba. Con la excepción de Barbados y Cuba, todos los países de ALC registraron una relación impuestos/PIB inferior a la media de la OCDE, que se sitúa en torno al 33,5%.

En este contexto, países como Chile y Colombia se encuentran proponiendo reformas tributarias progresivas, incluyendo nuevos impuestos sobre la riqueza neta, que tienen el potencial tanto de generar recursos fiscales adicionales como de reducir las desigualdades.

Estas reformas se debatieron en Washington DC durante el panel de alto nivel “Vientos de cambio: el futuro de las reformas fiscales en América Latina”, en el marco de las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el FMI. Los panelistas fueron el ministro de Hacienda de Colombia, José Antonio Ocampo, la subsecretaria de Hacienda de Chile, Claudia Sanhueza, el premio Nobel y copresidente de la ICRICT,Joseph Stiglitz, la directora ejecutiva de Oxfam Internacional, Gabriela Bucher, y el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, llan Goldfajn.

 

La propuesta de reforma fiscal en Chile:

En Chile la desigualdad entre el 1% más rico y el resto de la población sigue siendo la más alta de América Latina (el top 1% concentra alrededor del 30% de la riqueza del país). Los ingresos del Estado sólo alcanzan el 20,7% del PIB, frente a una media del 33,8% en los países de la OCDE. Además, la recaudación fiscal depende principalmente del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Según Jorrat y Martner.entre 2013 y 2018 el país perdió entre 7,5 y 7,9 puntos del PIB anualmente debido a la elusión y la evasión fiscal.

El gobierno chileno presentó al Congreso a principios de julio una propuesta de ley de reforma fiscal más progresiva que pretende aumentar la recaudación de impuestos en un 4,3% del PIB cuando se aplique en su totalidad.

  • Se aplicaría un nuevo impuesto al patrimonio neto que recaería sobre el 1% a las personas con un patrimonio que oscile entre los 4,9 y los 14,7 millones de dólares, y del 1,8% para quienes tengan un patrimonio por encima de los 14,7 millones de dólares.
  • Impuesto sobre la renta de las personas físicas: el nuevo tipo marginal máximo sería del 43% para las rentas imponibles mensuales en torno a los 8.000 US $/mes (antes era del 40%).
  • Impuesto a las sobre ganancias: para gravar los superbeneficios en los sectores del cobre y la minería, y se reconsiderarían los privilegios de las zonas francas.
  • Ganancias de capital y dividendos: introducción de un nuevo impuesto del 22% sobre las ganancias de capital.
  • Medidas contra la evasión fiscal: creación de un nuevo registro de beneficiarios reales y finales, y refuerzo de las normas contra la evasión y elusión fiscal. La reforma implica la no deducibilidad de las transferencias a los paraísos fiscales en lo que respecta al pago de servicios.
  • Un enfoque feminista: introducción de nuevas exenciones para el cuidado (de menores de 2 años y grandes dependientes), y deducción de los gastos de alquiler de viviendas de la base imponible.

 

La propuesta de reforma fiscal en Colombia:

El sistema fiscal colombiano es también muy regresivo, dependiente del IVA y con una imposición sobre el capital muy baja. Debido a la baja recaudación fiscal ( 18,7% del PIB, frente a una media del 33,8% en los países de la OCDE) en Colombia se han dado reformas con mayor frecuencia, con una media de una reforma cada 2 años, ninguna de las cuales aborda los defectos estructurales.

Colombia anunció una propuesta de reforma fiscal con el objetivo de recaudar 22 billones de pesos (4,8 billones de US $) en 2023 para financiar programas de lucha contra la pobreza, principalmente gravando a los más ricos del país, las ganancias de capital y cerrando la evasión fiscal.

  • Impuesto sobre el patrimonio y la renta personal: un impuesto permanente sobre la riqueza para las personas físicas con un patrimonio neto igual o superior a 652.991 US$, del 0,5% al 1,5% y un impuesto sobre las ganancias de capital del 20%.
  • Impuesto a las sobreganancias: impuesto adicional temporal sobre los superbeneficios en el sector financiero y los sectores del petróleo y del carbón.
  • Impuesto sobre la renta de las empresas: supresión de los incentivos fiscales a las empresas, una retención en fuente del 20% para la compra de bienes y servicios a empresas que operan desde el extranjero.
  • Evasión y elusión fiscal: refuerzo de los controles, introducción de un mecanismo de “presencia económica significativa” para gravar a las multinacionales sin presencia fiscal en el país y un impuesto mínimo del 15%.