En 2022, el número de personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares ha superado los 100 millones. La mayoría de las personas desplazadas por conflictos, violencia o desastres están atrapadas en sus propios países, a menudo durante años o incluso decenios. Sin embargo, los desplazados internos rara vez aparecen en los titulares. Esta crisis invisible se debe a fallas en la asistencia al desarrollo, según plantea el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Un nuevo informe del PNUD, Turning the tide on internal displacement: A development approach to solutions (Invertir la tendencia del desplazamiento interno: un enfoque de desarrollo con miras a lograr soluciones), sostiene que se necesitan acciones de desarrollo a más largo plazo para revertir los niveles sin precedentes de desplazamiento interno. De hecho, se prevé que millones de personas adicionales serán desarraigadas por el cambio climático. Para 2050, el cambio climático podría obligar a más de 216 millones de personas a evacuar sus hogares, dejando atrás sus vidas y medios de subsistencia, para trasladarse a zonas más seguras.
A finales de 2021, había 59,1 millones de personas desplazadas por la fuerza dentro de sus propios países. Estas personas están luchando para cubrir sus necesidades básicas, encontrar trabajo decente, tener una fuente estable de ingresos, mantenerse en buena salud, o enviar a sus hijas e hijos a la escuela. Las mujeres, las niña y niños, así como otros grupos marginados son las personas que más sufren. Como bien indica el Plan de Acción sobre Desplazamiento Interno del Secretario General de 2022, la situación actual es insostenible.
“Se necesitan más esfuerzos para poner fin a la marginación de las personas desplazadas internas, que deben poder ejercer plenamente sus derechos como ciudadanas y ciudadanos, incluso mediante el acceso a servicios vitales, como la atención sanitaria, la educación, la protección social y las oportunidades de empleo”, manifiesta el Administrador del PNUD, Achim Steiner. “Junto con la asistencia humanitaria esencial, este enfoque más sólido y centrado en el desarrollo será vital para establecer las condiciones para el camino hacia una paz, estabilidad y recuperación duraderas”, afirma Steiner.
El análisis de datos basados en encuestas realizada en Colombia, Etiopía, Indonesia, Nepal, Nigeria, Papua Nueva Guinea, Somalia y Vanuatu proporcionados por el Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno (IDMC por sus siglas en inglés) muestra que una tercera parte de las personas desplazadas internas encuestadas debieron enfrentar desempleo. El 68 % asegura que no tiene suficiente dinero para cubrir las necesidades de sus hogares, y una tercera parte dice que su salud ha empeorado desde que se vieron obligadas a huir de sus hogares.
El informe destaca que la superación del desplazamiento interno dependerá de que los gobiernos implementen soluciones de desarrollo, entre ellas la garantía de igualdad de acceso a los derechos y servicios básicos, la promoción de la integración socioeconómica, el restablecimiento de la seguridad y la construcción de una genuina cohesión social.
El informe completo acá