El programa Composteras Comunitarias, implementado por el gobierno de Bahía Blanca (Buenos Aires, Argentina) tiene el objetivo de aumentar la conciencia ambiental de la población y, de esa manera, reducir la cantidad de residuos que llegan a disposición final.
En plazas, parques y otros espacios públicos, la Municipalidad instaló cajones de un metro cúbico que pueden recibir material orgánico de origen vegetal. Mediante el compostaje, apuntan hacia la transformación biológica de esos restos en abono o nutrientes para el suelo. El proceso se logra gracias a microorganismos benéficos –como bacterias, hongos e insectos–, en presencia de aire y humedad. No produce olores fuertes ni riesgos sanitarios para las personas.
¿Qué se composta? Residuos húmedos o verdes, como cáscaras, restos de frutas y verduras, yerba, café, infusiones y servilletas manchadas con alimento (que no hayan sido utilizadas para la limpieza). También se usan residuos secos o marrones, que abarcan hojas secas de árboles, pasto y restos secos de plantas, ramas trituradas, cáscaras de frutos secos, cáscaras de huevo (es el único residuo animal aceptado), y papel o cartón sin tintas ni plásticos.
Desde el gobierno local aclararon que el objetivo de las composteras comunitarias es más bien educativo, además de procesar volumen de material. “Es una manera de que la gente vea el proceso y que pueda preguntar a quienes hacen el mantenimiento qué poder hacer con los residuos”, afirmaron en la Subsecretaría de Gestión Ambiental, conducida por Gastón Andrés Lucatini.
Una cooperativa recorre a diario cada espacio público y revisa que el contenido de las composteras que hay en la ciudad sea el adecuado. Los/as trabajadores/as quitan los elementos que no deben ir, limpian el lugar y hacen la tarea de volteo para airear la mezcla y que se composte como corresponde. Cuando llega el momento, proceden con la cosecha, vacían el cajón y lo dejan disponible para recibir más material.
El compost cosechado es tamizado y puesto en bolsas para ser entregado, en parte, a la ciudadanía. Pasado el tiempo, se usa para el enriquecimiento del suelo de las plazas y parques. Además, las composteras se vinculan con diferentes instituciones, como la empresa B “MetroPallets”, y reciben distintos aportes públicos y privados. Por ejemplo, la escuela municipal de oficios también participó del armado de algunos puntos.
Fuente: Más Comunidad