Uruguay ya trabaja en el desarrollo de su economía del hidrógeno verde y en 2022 publicó su Hoja de Ruta, donde se establece su ambición, junto con los objetivos específicos para la producción y exportación de hidrógeno y derivados a corto, medio y largo plazo (2025, 2030 y 2040).

La Hoja de Ruta es resultado de un proceso liderado por el Ministerio de Industria, Energía y Minería en el que participaron los principales actores del gobierno y las empresas públicas de energía (UTE y ANCAP). Este contó con el apoyo del BID y McKinsey y se realizaron tres mesas redondas con actores públicos y privados, resultando así en una Hoja de Ruta Nacional de Hidrógeno Verde respaldada por un análisis técnico de alta calidad y participación multisectorial.

Según el análisis, Uruguay podría producir hidrógeno y combustibles sintéticos derivados del hidrógeno verde a costes competitivos utilizando parques solares y eólicos a gran escala. El análisis concluye que para 2030 los costes de producción de hidrógeno verde pueden alcanzar 1,2-1,4 US$/kg con una capacidad total de +90 GW. Además, el país ya cuenta con una matriz eléctrica limpia y biomasa fácilmente disponible como fuente limpia de CO2 que puede utilizarse para producir Jet Fuel de media a alta competitividad (1.205 – 1.305 US$/Ton) y metanol (465-525 US$/Ton) al 2030.

Uruguay tendrá costos competitivos de transporte para exportar a Europa y Estados Unidos, países que prevén la necesidad de importar entre el 35% y el 15% de su demanda total de hidrógeno y sus derivados, respectivamente, para 2030. Las oportunidades de exportación de hidrógeno verde y sus derivados podrían alcanzar los US$ 1.326 millones al 2040 (hidrógeno US$ 342 millones, amoníaco US$ 38 millones, metanol US$ 182 millones, combustible de aviación sintético US$ 764 millones).

En cuanto al mercado nacional, se prevé la adopción de seis aplicaciones del hidrógeno en el país antes de 2040: camiones pesados, autobuses, transporte marítimo, aviación (combustible sintético), carretillas elevadoras y vehículos agrícolas. El mercado nacional del hidrógeno verde podría alcanzar los US$ 420 millones en 2040 y el de sus derivados unos US$ 331 millones.

El gobierno y el regulador desempeñarán un papel importante en el desarrollo de la economía del hidrógeno verde y sus derivados. Tendrán que desarrollar normativa, definir una regulación clara para la producción, almacenamiento y transporte de hidrógeno, acelerar plazos de aprobación de permisos, establecer una regulación para los derechos de paso de líneas de transmisión y tuberías. También tendrán que analizar posibles incentivos para la atracción de inversiones, estimular la demanda interna y la fabricación de componentes de desarrollos tecnológicos. Además, la cadena de valor del hidrógeno requerirá inversiones en infraestructura en la fase inicial (producción de materias primas y electricidad, y producción de hidrógeno), en la fase intermedia (conversión del hidrógeno y transmisión y distribución) y en la fase final (dispensación y aplicaciones de uso final), equivalentes a US$ 2.000 millones para 2030 y US$ 6.700 millones para 2040, lo que requerirá una combinación de financiación privada y pública.

La economía del hidrógeno podría crear unos 34.000 empleos para 2040. Por ello, será importante que los sectores público, académico y privado desarrollen programas de capacitación y reconversión para reducir la brecha de talentos prevista, estimada en 3 mil puestos de trabajo para 2035.

Más información: Hidrógeno Verde y el Potencial para Uruguay: Insumos para la elaboración de la Hoja de Ruta de Hidrógeno Verde de Uruguay. Allí encontrará los detalles del análisis técnico desarrollado por el gobierno, el BID y McKinsey.

Fuente: BID