La Asociación de Productores Agropecuarios para un chaco Sustentable (APACS) está liderando una agenda de estudios y pilotos para identificar modelos productivos adaptados al contexto del Chaco que faciliten un desarrollo sostenible de la agricultura, la ganadería y la actividad forestal en la región, sin avanzar sobre los bosques nativos.
“Existe un promedio de 20% de pasturas degradadas en las unidades productivas en Chaco, hoy en día, que sumarían unas 800 mil hectáreas en conjunto. Si bien el productor ganadero puede abrir nuevas áreas de vegetación nativa para expandir su área de pasturas en el Chaco, entre el monte y las pasturas degradadas, el productor siempre debería elegir las pasturas como primera opción”, explica Carlos Passerieu de APACS, una asociación sin fines de lucro que surge como la institucionalización de la Plataforma Regional del Chaco, iniciativa financiada por el programa Green Commodities de PNUD.
Con el apoyo de Land Innovation Fund y Solidaridad, la APACS elaboró un plan estratégico para investigar y definir qué sistemas agrícolas, forestales y ganaderos pueden adoptarse de forma sostenible en el Chaco paraguayo, más específicamente en los departamentos de Presidente Hayes, Boquerón y Alto Paraguay. En función de esto, también llevan a cabo capacitaciones a productores y prestadores de servicios.
La conversión de pasturas a cultivos tiene tres beneficios claros para el productor ganadero:
- La rentabilidad derivada de un modelo diversificado que combine ganadería y cultivos.
- La siembra de cultivos para obtener recursos forrajeros para el invierno, cuando los pastos se secan por las heladas. Esto evitaría que el productor tenga que comprar alimento o vender los animales que no pueda alimentar.
- La valorización del campo en su conjunto al convertir potreros en cultivos.
Además, teniendo en cuenta el costo de convertir la hectárea de pasturas degradadas a cultivos (entre USD80/100), la inversión podría recuperarse en un solo ciclo agrícola.