“En países como en Perú considerábamos que la democracia que teníamos hasta ahora era suficiente.  Pero la sabiduría popular y la movilización ciudadana están planteando nuevos desafíos. La gente pide que el Estado se relacione de una forma distinta y tener más formas de participación, más allá de votar cada cinco años”, enfatiza Glatzer Tuesta, director del Instituto de Defensa Legal del Perú, durante Coversacciones, un encuentro organizado entre Fundación Avina, Oxfam y Fundación Gabo.

Fundación Avina y Oxfam lanzaron una alianza, que tiene como propósito construir agendas de innovación democrática a partir del diagnóstico y del trabajo que como organizaciones hacen en Latinoamérica y el Caribe. Ambas organizaciones reconocen la necesidad de proteger, fortalecer y crear espacio de la sociedad civil para que la ciudadanía se organice, alce la voz, exija cuentas a sus gobiernos y al sector privado, colabore con el aporte de propuestas y ejerza una ciudadanía activa.

Tuesta observa determinados mecanismos que tienden a debilitar los fundamentos del sistema democrático. “En Perú, desde 2016, se ven con intensidad los siguientes mecanismos: No respeto de la voluntad popular (se hace todo lo que está al alcance para doblegar ese voto popular y ganar de todas maneras); uso excesivo de mecanismos excepcionales para sacar del poder al enemigo político; la descalificación absoluta del opositor político; promoción de grupos violentos contra opositores; la instrumentalización de la justicia, en alianza con medios de comunicación para generar persecución que no busca justicia o verdad; discriminación y racismo, disfrazado de ideología”, enumera.

Tuesta Considera que se vendrá una arremetida más grave para la sociedad civil en los próximos tiempos, al no haber canales de control institucional y contención de otros actores que hacen contrapeso en la democracia. “Van a venir acciones más violentas en los próximos tiempos para intentar derribar el pensamiento crítico”, expresa.

En relación a Brasil, la referente de Mujeres Negras Deciden Beatriz Amparo dice que la derrota de la extrema derecha en las elecciones de 2022, lejos de ser el fin del autoritarismo en la política, ha provocado reacciones extremas por parte de los perdedores.  “No es casualidad que el episodio del 8 de enero de 2023 haya sido un día antes de que las ministras de Pueblos Indígenas e Igualdad Racial asumieran sus cargos”, enfatiza.

Al pensar en próximos desafíos, Amparo señala: “Para fortalecer la democracia en Brasil, es prioritario afinar los instrumentos de protección a las líderes negras y ampliar sus espacios de poder y decisión. Hay que reconocer el papel de las mujeres negras como una fuerza política transformadora de la sociedad que garantiza el bienestar colectivo. Es imposible crear políticas públicas efectivas sin tener en cuenta ciertos elementos como: el género, la clase y la raza. Con este gobierno más progresista esperamos más oportunidades de incidencia”.