Pulsante comenzó en 2020 como resultado de una alianza entre Fundación Avina, Luminate y Open Society Foundations para acompañar, expandir y consolidar grupos, organizaciones y movimientos sociales que desarrollaran prácticas innovadoras de acción colectiva, contribuyeran a la ampliación del espacio cívico e influyeran en las relaciones de poder en América Latina. El fondo contó con tres bolsas de financiamiento: apoyo a organizaciones, fondo de respuesta rápida y apoyo a movimientos sociales.
La idea de apoyar específicamente a los movimientos sociales surgió en respuesta a las movilizaciones populares y estallidos sociales que tuvieron lugar en la región entre 2017 y 2021. Los aprendizajes del Fondo de Respuesta Rápida y del Apoyo a Organizaciones mostraron que, ante el estrechamiento de espacios de diálogo con los gobiernos, los movimientos sociales fueron capaces de encontrar caminos de incidencia política más efectivos que las organizaciones tradicionales. La estructura líquida, la diversidad y el amplio repertorio de acciones contenciosas de estos movimientos les ha permitido impulsar agendas en un contexto de estrechamiento del espacio cívico.
En respuesta a la desigualdad, al descontento con las expectativas rotas de las transiciones a la democracia y ante el auge de populismos particularmente excluyentes, las personas que impulsan causas progresistas desde los movimientos sociales han sido capaces también de construir las bases para transformaciones democráticas más profundas en la región. A lo largo de dos años, Pulsante financió 12 organizaciones.
Los proyectos, organizaciones y movimientos que recibieron financiamiento: impulsaron la participación política de mujeres afrodescendientes e indígenas, visibilizando sus agendas y abriendo espacios para incidir en procesos de decisión pública; apostaron por movimientos feministas que lucharan en contra de la violencia contra las mujeres y que empoderaran a mujeres indígenas en el contexto de la pandemia; concentraron atención en la protección del derecho a la protesta y a la participación en espacios digitales; impulsaron la participación en la agenda pública de personas de la diversidad sexual; y, experimentaron con organizaciones que ocupan el espacio público y otras que tienden puentes con las poblaciones de las periferias urbanas.
Los objetivos que persiguen los movimientos sociales son muy diversos, así como la forma en la que lo hacen. Por ejemplo, algunas expresiones buscaron posicionar narrativas antirracistas mediante un podcast o una escuela de cine, otras lo hicieron por la vía de buscar ocupar puestos de representación. Por otro lado, otro grupo de expresiones buscó posicionar una agenda feminista en sus países. Los medios variaron desde el artivismo y la búsqueda de derechos específicos, hasta la vía electoral.
A pesar de esta gran diversidad, es posible identificar algunos impactos generales de la intervención de Pulsante. El primero de ellos es permitir a personas del equipo central de las expresiones financiadas dedicarse tiempo completo a sus actividades. Muchas de las expresiones no existirían hoy en día si no fuera por el financiamiento y acompañamiento de Pulsante. El impacto que tiene consolidar un equipo operativo, así sea de una persona, sobre el fortalecimiento de las capacidades organizativas y de incidencia, la constancia en la ejecución de sus acciones y la calidad de las mismas no puede ser subestimado. Esto es observable para la totalidad de los casos estudiados. Es muy importante resaltar que, para muchos de los casos, las personas apoyadas para poder trabajar remuneradamente en sus actividades pertenecen a grupos históricamente subrepresentados. Esto ha tenido un efecto significativo en fortalecer sus liderazgos vis-a-vis otros liderazgos tradicionales, lo cuál podría tener importantes efectos redistributivos en el largo plazo. Este punto es de particular importancia, porque como reconocen muchas de las personas entrevistadas, los recursos disponibles para personas que forman parte de estos grupos siempre son menores.
Más información en el informe realizado por Práctica: Laboratorio para la Democracia.