Históricamente, las actividades vinculadas a la extracción de productos en el mar fueron masculinizadas. Sin embargo, las mujeres representan alrededor del 50% de la fuerza laboral dedicada a la pesca de captura y acuicultura en el mundo. También llevan adelante el 90% de las funciones de procesamiento de la pesca; como el lavado; fileteado; empaquetado; entre otros, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
En el caso del Perú, solo un 14% de pescadores artesanales registrados son mujeres, de acuerdo al Censo Nacional de Pesca Continental del año 2013. Al no existir registros oficiales más actuales y que recojan las diferentes actividades que desarrollan las mujeres en otros eslabones de la cadena no es posible dimensionar su participación.
En Chile las mujeres representan casi el 25% del total de pescadores artesanales, según el último informe del Registro Nacional de Pesca Artesanal. Aunque, esta información aún está centrada en la práctica extractiva, se espera que próximamente se desarrolle un registro con información sobre su participación en las actividades complementarias a la pesca. La iniciativa surge de la promulgación de la Ley 2137, en el 2021, que establece una cuota de género en los órganos de decisión del sector y el reconocimiento de las actividades conexas.
Estos datos son indispensables para la creación de políticas públicas que le hagan frente a la precarización laboral y sean útiles para el empoderamiento. Como es el caso del proyecto Humboldt II, una iniciativa binacional entre los dos países andinos, que consiste en desarrollar acciones para promover la gestión y conservación de los recursos marinos del Gran Ecosistema de la Corriente del Humboldt.
El proyecto representa una oportunidad de crecimiento para las familias que dependen de la actividad pesquera. Por otro lado, es una oportunidad de empoderamiento para las mujeres, porque se les brindará asistencia técnica para desarrollar emprendimientos y actividades de diversificación productiva y agregación de valor en base a recursos marinos. La ejecución estará a cargo de organismos gubernamentales de Chile y Perú. Y su ejecución estará a cargo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés).