El doctor en Ciencias Políticas y analista para América Latina y el Caribe en The Economist Intelligence Unit Nicolás Saldías señala que América Latina es la tercera región más democrática. “Si bien, la noticia es alentadora también hay que tener en cuenta los retrocesos y los desafíos vigentes”, expresa. Al analizar el último Índice de democracia, durante un conservatorio realizado por Red Innovación, observó un estancamiento durante el 2022 en el puntaje promedio del índice global, que fue del 5,29. Pese a las expectativas de repunte que se tenían, después de que se levantaran las medidas restrictivas por la pandemia, el puntaje se mantuvo casi sin cambios, con una variación del 0,01 en comparación con el 2021.
El informe se elabora teniendo en cuenta 60 indicadores, en diferentes cinco categorías: proceso electoral y pluralismo, el funcionamiento del gobierno, participación política, cultura política y libertades civiles. Con esos indicadores, se evalúa a 167 países y la puntuación va del 0 al 10. El índice permite clasificar a los países como: democracia completa con calificación de 8 a 10; democracia defectuosa, de 6 a 8; regímenes híbridos de 4 a 6 y autoritarismos de 0 a 4.
En lo que respecta a América Latina, sólo Uruguay, Costa Rica y Chile tienen democracias completas. “Esto implica que las elecciones se desarrollan de manera libre, el gobierno funciona y es competente y se experimentan bajos niveles de corrupción. Además, hay una cultura política que es fuerte y los individuos pueden ejercer sus derechos sin miedo a ser sancionados “, detalla Saldías. Estos aspectos fueron tan altos en Uruguay, que superó a Canadá y se posicionó como el país más democrático dentro de las Américas.
Chile, también es otro caso para destacar porque volvió a ser una democracia completa. Categoría que durante el 2021 perdió, al convertirse en una democracia defectuosa. Este crecimiento se dio principalmente por el manejo que tuvo el gobierno después del rechazo mayoritario de la nueva Constitución, el compromiso con la oposición de buscar un proceso de reforma y cómo se afrontó la polarización política.
Los regímenes autoritarios también están presentes en la región. Específicamente, Haití -que afronta un colapso del Estado, según el analista político- sufrió la tercera reducción más alta del índice. El Salvador, por su lado, también tuvo una reducción en las libertades civiles. A la lista también se agrega: Cuba, Venezuela y Nicaragua.
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