Puno es una de las regiones andinas en mayor vulnerabilidad a los efectos del cambio climático: prolongadas sequías, heladas, granizadas y friajes de fuerte intensidad que afectan la agricultura y ganadería de toda la región, principalmente en las áreas rurales.

Debido a la alta variabilidad y recurrencia de estos fenómenos, la agricultura familiar necesita información y prácticas que les ayude a adaptar sus actividades productivas a tales eventos climáticos. En este contexto, el modelo de Plataforma de Gestión Agroclimática (PGA) busca fortalecer la gobernanza agroclimática para mejorar la productividad y competitividad agraria, articulando organismos de diferentes sectores, sociedad civil, academia y otros actores públicos-privados en territorio. Esta iniciativa es promovida dentro del proyecto Andes Resilientes, facilitado por el consorcio Helvetas-Fundación Avina

Las PGA son un espacio de diálogo entre actores público-privado que promueve la utilización de información hidrológica, meteorológica y agraria integrada, de acuerdo con las necesidades del territorio. Además, buscan contribuir al fortalecimiento de capacidades de adaptación frente a la variabilidad climática para mejorar la productividad, competitividad regional y la sostenibilidad agraria del país.

Luzmila Mendoza es agricultora comerciante y ella observa que el cambio climático está afectando bastante su trabajo. “La Plataforma nos señala en qué momento habrá una helada o vientos. A través de PGA nos han capacitado más acerca de cómo debemos prevenir nuestros cultivos”, dice.

Adolfo Arohuanca es agricultor ganadero comerciante y él dice que está preocupado por el clima. “No hay lluvia, hay bastante helada y nuestros animales están comiendo en seco”, explica. Respecto al PGA comenta: “La plataforma nos manda mensajes de WhatsApp, que nos ayuda a prevenir el cultivo. También nosotros nos comunicamos entre comuneros”.