En todo el mundo se ha incrementado la preocupación sobre la violencia y abusos a los derechos de las personas LGBTI+. A pesar de las denuncias públicas y el trabajo de colectivos y organizaciones de la sociedad civil, aún existen retos importantes, desde la criminalización de las relaciones entre personas del mismo sexo y de las personas trans hasta la discriminación y los estereotipos. Además, en los últimos años algunos gobiernos están tomando medidas, como la limitación del activismo y la prohibición de actos culturales para restringir aún más los derechos de las personas LGBTI+.
“Por ello, en el marco de la celebración del Pride muchas empresas en el mundo crean campañas en apoyo a la lucha en favor de los derechos de las personas LGBTI+, ya sea de manera simbólica o a través de proyectos de comercialización. La visibilidad y el apoyo desde empresas que se muestran como aliadas de las personas LGBTI+ es fundamental, pero es aún más importante que se realicen acciones para que los derechos de todas las personas sean respetados en el contexto empresarial. Es importante visibilizar cuáles son los principales riesgos e impactos de la actividad de las empresas en las personas LGBTI+ y proporcionar elementos para prevenirlos, abordarlos y repararlos efectivamente”, expresan en un documento desde la organización mexicana Prodesc.
Prodesc es una organización feminista, que defiende y acompaña procesos comunitarios atendiendo tres derechos fundamentales: derecho a la tierra y el territorio; derechos humanos laborales; y derecho a defender derechos. “Cada vez que acompañamos a un colectivo, hacemos un análisis integral, que incluye el abordaje de la población LGBTI. La misión es que las empresas vigilen que sus operaciones respeten los derechos de todas las personas”, dice Jesús Guarneros Díaz, integrante de Análisis e Incidencia de Prodesc.
Prodesc comparte las Normas de Conducta publicadas por la ONU, que se fundamentan en los Principios Rectores y ofrecen orientación a las empresas sobre cómo cumplir su responsabilidad de respetar los derechos humanos, incluidos, en este caso, los derechos de las personas LGBTI. Ello supone analizar las prácticas empresariales de principio a fin de la cadena de suministro para velar por que se haga frente a la discriminación en todo momento y de las acciones que pueden realizarse incluso más allá de esas cadenas de suministro para contribuir a generar un cambio social en las comunidades en que realizan sus operaciones aprovechando su influencia. Las empresas de todo el mundo tienen la oportunidad de utilizar su posición y sus relaciones con diversos interesados locales para contribuir a lograr una mayor igualdad para las personas LGBTI.
Las cinco normas son: respetar los derechos humanos, eliminar la discriminación, prestar apoyo, prevenir otras violaciones de los derechos humanos, actuar en la esfera pública.
Lee más en: https://www.unfe.org/wp-content/uploads/2018/04/Principios-mundiales-para-las-empresas.pdf