La inteligencia artificial (IA) puede contribuir enormemente a la transformación de los modelos de desarrollo en América Latina y el Caribe para hacerlos más productivos, inclusivos y sostenibles, pero, para aprovechar sus oportunidades y minimizar sus potenciales amenazas, se requiere reflexión, visión estratégica, regulación y coordinación regional y multilateral, plantearon autoridades y especialistas durante el lanzamiento del primer Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA) en la CEPAL. 

El Índice fue elaborado por CENIA con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la CAF-banco de desarrollo de América Latina y el Caribe y la Organización de los Estados Americanos (OEA), más la asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el HAI de Stanford. 

Se trata de un estudio pionero que revela la situación de la IA en 12 países de la región: Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Colombia, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Brasil y México. 

El ILIA considera el contexto material, social y cultural de la región y analiza cinco dimensiones: factores habilitantes (elementos que son necesarios para se desarrolle un sistema de IA robusto en el país); investigación, desarrollo y adopción; gobernanza (nivel de desarrollo del entorno institucional); percepción (tópicos dominantes en redes sociales y medios digitales); y futuro (tendencias académicas y visión de los expertos del impacto social). 

“América Latina es una región tan diversa como sus paisajes. Hay países con tremendo desarrollo de la inteligencia artificial a nivel relativo y otros donde no se da la misma situación”, señaló Rodrigo Durán Rojas, director de Vinculación de la CENIA. “Ningún país concentra todos los aspectos que se consideran esenciales en este índice, pero todos tienen algo que aprender del resto y todos tienen algo que enseñarle al otro. México y Brasil concentran cerca del 95% de las patentes de inteligencia artificial”, ejemplificó.