En Argentina se generan más de 45.000 tn/día de residuos y el país cuenta con más de 2.200 municipios de los cuales sólo el 37% tiene algún tipo de programa de separación. Estos se concentran, principalmente, en las zonas centro, noreste y noroeste del país y se desarrollan con más frecuencia en las grandes ciudades. En este sentido, es que la gestión de residuos en Argentina aún requiere una política pública planificada que integre las economías regionales y permita, al mismo tiempo, generar trazabilidad y sistemas de gestión con inclusión social en el país para disminuir los más de 5.000 sitios de disposición final irregulares existentes.
En el país existen más de 150.000 personas que recuperan residuos y que trabajan en condiciones laborales precarias y, sin embargo, recuperan más de 10.000 tn/día produciendo grandes beneficios sociales y ambientales. En este sentido, resulta necesario desarrollar un abordaje de la gestión de residuos integral e inclusiva que abarque la articulación entre políticas públicas, que entienda a los residuos como una problemática asociada a salud pública, espacio público, educación ambiental, producción, investigación, desarrollo y consumo, y desde una perspectiva de género, articulando la administración pública y teniendo en cuenta a todos los actores del reciclado.
Entre octubre de 2022 y febrero de 2023, en el marco de la Estrategia de Reciclaje Inclusivo en Argentina de Fundación Avina junto al Programa de Reciclaje Recuperadores y la Plataforma Regional Latitud R, se llevó a cabo un relevamiento de género a partir del cual se encuestaron a 12.184 personas nucleadas en la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores y se entrevistaron a 12 referentas de dichas cooperativas de reciclaje para conocer y analizar las condiciones sociales y laborales de las mujeres que trabajan en sus diferentes espacios y así poder orientar futuras acciones y políticas para el sector.
En las entrevistas realizadas se evidenció el rol fundamental que cumplen en sus cooperativas las mujeres. Ellas son trabajadoras que tienen no solo una doble jornada de labores, sino una triple, en la que cargan con tareas de cuidado para el sostenimiento de la vida de sus familias, tareas laborales en sus unidades productivas y tareas comunitarias. La gran mayoría de ellas son madres, cabeza de familia y referentas en sus cooperativas que, en mayor o menor medida, desarrollaron el trabajo cartonero durante toda su vida. Fue gracias al trabajo cartonero y a la organización gremial que pudieron acceder al trabajo, a una independencia económica en muchos casos y a una mejor calidad de vida para sí mismas y sus familias, y buscan extenderlo a la mayor población posible del sector. Impulsan políticas de cuidado al interior de sus unidades productivas y construyen estrategias diarias para el sostenimiento de las vidas del resto de sus integrantes, estrategias que pueden estar dentro o fuera de los márgenes de las normas establecidas en los espacios de trabajo. Es importante destacar que son mujeres que cumplen un rol fundamental en la representación política y gremial del sector en sus ciudades, estableciendo una figura de representatividad que abre caminos para la participación y la proyección de más mujeres del sector.
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