El propósito de la Banca Ética Latinoamericana es transformar la economía hacia una más humana y sostenible, poniendo conciencia en el uso del dinero. El objetivo es gestionar financiamiento a organizaciones que impactan positivamente en la sociedad y el medioambiente, promoviendo una inversión consciente, en la que se sabe hacia dónde se está canalizando el dinero, y cuál es el impacto que genera.

En Banca Ética buscan que el dinero fluya hacia aquellos sectores de la economía que generan un impacto positivo: Educación y Cultura, Desarrollo Social e Inclusión, y Medio Ambiente. Conectan personas que buscan generar un impacto positivo a través de sus inversiones, con empresas y organizaciones que están abordando los desafíos estructurales del continente, a través de créditos de calidad que permiten potenciar este impacto.

El proyecto está pensado latinoamericanamente desde el Golfo de México hasta la Patagonia, de forma territorial. Actualmente tiene tres oficinas funcionando en cuatro países: Chile, Brasil, Argentina y Uruguay. Para el año 2025 proyecta una cuarta oficina en México.

Al pensar en los obstáculos sorteados, la gerenta de Inversiones de la Banca Ética Latinoamericana Amaia Redondo Serrano dice: “ El primer desafío fue enfrentarnos a las diferencias regulatorias de cada país en el que operamos. El no tener una comunidad económica como la europea, en la práctica nos ha incrementado los costos y tiempos de implementación. Hemos pagado los costos de abrir caminos. El greenwashing y la instrumentalización de la sustentabilidad como tendencia en alza del mercado, podrían considerarse cómo otro obstáculo, ya que nos ha obligado a buscar nuevas y más creativas formas de comunicar cómo funciona nuestro modelo de impacto positivo y así diferenciarnos de quienes sólo utilizan estos discursos”.

El modelo de gobernanza responsable está en el ADN de la Banca Ética Latinoamericana, ya que desde su origen surge como un proyecto con foco en el propósito. Para esto, se crea la Fundación Dinero y Conciencia, quien tiene el objeto de resguardar este propósito, así como la sostenibilidad del negocio, liderando las decisiones políticas de la organización. Adicionalmente para la implementación y desarrollo de esta institución financiera, cerca de 500 inversionistas de todo el mundo, han puesto a disposición su capital, formando una amplia comunidad en torno al objetivo común de transformar la economía.