Las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) contribuyen significativamente a la economía global y son bienes básicos para el ejercicio de derechos como el acceso a la educación y a la información. No obstante, la digitalización genera problemas ambientales y climáticos en diferentes puntos de la cadena productiva, desde la fabricación y disposición final de dispositivos digitales, hasta el almacenamiento y transmisión de datos. Diferentes estimaciones ubican a la contribución global de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del sector TIC en el orden del 4% al 10%.
La emergencia climática y la digitalización son probablemente dos de las áreas de mayor transformación e impacto a nivel mundial, con desafíos inmediatos para la humanidad. Los esfuerzos por frenar los efectos del cambio climático apremian y evidencian, a marchas forzadas, la necesidad de acciones colectivas en una sociedad cada vez más digitalizada en la que la tecnología juega un papel central.
Con el objetivo de innovar de manera colaborativa y de cara a estos desafíos, Fundación Avina y Espai Societat Oberta de la Open Society Foundations, se unen y lanzan el 1er Ciclo Internacional “El impacto climático de una sociedad digitalizada”. Durante las siete conferencias del Ciclo, se abordarán desafíos de la intersección entre la crisis climática y la tecnología.
El desafío actual en materia de mitigación implica que el mundo debe pasar de emitir anualmente entre 40.000 y 51.000 millones de toneladas de CO2eq a “net zero”. Es decir, hay que lograr un equilibrio general entre las emisiones producidas y las emisiones extraídas de la atmósfera. En ese marco, el 10% de emisiones del sector TIC representan alrededor de 4.000-5.000 millones de toneladas de CO2eq.
A la justicia ambiental y social debe sumarse la justicia tecnológica. Es importante pensar en una reorganización de las TIC que las ponga al servicio de la protección y promoción de los Derechos Humanos.