Las desigualdades entre países y dentro de ellos resulta letal para el futuro del planeta. Los países ricos están detrás del 92 % del exceso de emisiones históricas y, al no asumir su responsabilidad al respecto, todo el planeta está sufriendo las consecuencias del calentamiento global. La humanidad saldrá perdiendo por el consumo excesivo de los más ricos, que está alimentando la actual crisis climática, ya que las emisiones del 1 % más rico duplican las de la mitad más pobre de la población mundial. Los datos se desprenden del informe de Oxfam Las desigualdades matan.

Cada año 231.000 personas podrían perder la vida en países pobres a causa de la crisis climática de cara a 2030. Un estudio estima que los gases de efecto invernadero emitidos por 273 estadounidenses en 2020 acabarán con la vida de una persona adicional a lo largo del resto del siglo solo por su contribución a las olas de calor. Mientras tanto, las emisiones de las personas más ricas están alimentando esta crisis: se estima que el promedio de las emisiones individuales de 20 de los milmillionarios más ricos es 8000 veces superior a la de cualquier persona de entre los mil millones más pobres.

Los Gobiernos ricos deben financiar íntegramente la adaptación climática, así como respaldar los mecanismos para las pérdidas y los daños necesarios para sobrevivir a la crisis climática y crear un mundo sin combustibles fósiles.

Las desigualdades son un aspecto fundamental de la crisis climática, ya que las emisiones de carbono del 1 % más rico superan en más del doble a las de la mitad más pobre de la humanidad. Esto ha contribuido al cambio climático a lo largo de 2020 y 2021, causando incendios forestales, inundaciones, tornados, pérdida de cosechas y hambre.

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